sábado, 4 de mayo de 2013

Manual Instructivo Misceláneo de Escritor Gordo (selección)


Instrucciones para mirar llover (Capítulo XLIX)

La contemplación de la lluvia es una actividad recreativa de gran interés, capaz de innumerables matices según las circunstancias en que se la desarrolle. A continuación brindamos una escueta instrucción para vivir esta experiencia en toda su intensidad.

Para un sujeto

Precondición número uno: Es necesario que esté lloviendo.

Precondición número dos: El sujeto debe poseer capacidad visual. Si usted es ciego, suspenda la lectura de este instructivo y diríjase al capítulo ‘Instrucciones para oír llover’ de este mismo manual, donde dará con las recomendaciones adecuadas.

Desarrollo: Comenzado el fenómeno meteorológico de precipitación de gotas de agua sobre la superficie (en adelante lluvia), el sujeto podrá optar por dos modalidades de visión.

  • Modalidad indoor: Ubicado bajo un techo protector (que puede ser el de una casa o cualquier otro edificio) el sujeto debe dirigir su vista hacia una ventana abierta o cualquier otro agujero permanente practicado en la pared de la vivienda. Desde aquí disfrutará una visión de la lluvia limitada por las dimensiones de la antedicha ventana, pero igualmente estimulante.
  • Modalidad  outdoor: Situado en cualquier espacio abierto (plaza, vereda, calle, parque, etc.) el sujeto podrá gozar del espectáculo pluvial con solo mantener los ojos abiertos, sin importar hacia donde los dirija. Esta modalidad presenta una serie de desventajas consecuentes, tales como: mojadura, calado de huesos, enlodamiento y eventuales resfríos ulteriores.

Para dos o más sujetos

Aplícanse las mismas instrucciones referidas para un sujeto individual. Sólo que de esta manera se pueden verificar consecuentes situaciones molestas. A título de ejemplo detallaré algunas:

  • Amontonamiento de sujetos en la vecindad de la ventana (modalidad indoor), lo cual da lugar a violentos forcejeos y empujones en procura de una mejor visión.
  • Comentarios aburridos por parte de los demás sujetos, a los que hay que contestar en virtud de las normas sociales vigentes. Algunos de los más usuales son: ‘Mierda, cómo llueve, ¿eh?’, ‘Esto le viene bien al campo’, ‘Acá caen dos gotas y se inunda todo’, 'Yo lo que tengo miedo es que me entre humedad en el garage', ’A mí me gusta más cuando hay sol, qué querés que te diga’ o ‘En serio, cómo llueve, ¿eh?’.
  • En caso de que la lluvia provoque un corte de luz, los demás sujetos entrarán en pánico y pondrán en marcha los tediosos protocolos previstos para esta situación, obligándolo a usted a seguir los mismos (ver ‘Instrucciones para cuando se corta la luz’, capítulo CCXXVII).(…)





Instrucciones para contar un secreto (Capítulo MCCXXIX)

Pocas actividades resultan más placenteras que la de traicionar la confianza de un ingenuo que nos ha revelado un secreto, ventilando el mismo a diestra y siniestra.

La tarea de publicar o difundir un secreto exige varias condiciones previas. Una de ellas es la de contar previamente con un amigo que profese un alto grado de intimidad con usted. Esta precondición no es sencilla de cumplir, pero con años de paciente ejercicio de amistad puede conseguirse. Esto lo convertirá en firme candidato a  depositario de una confidencia por parte de algún gil que crea que usted es una persona cabal.

La otra condición es contar con un universo de amistades o conocidos comunes con aquel pobre individuo. Es de esperar que en este corpus se cuente un alto porcentaje de chismosos a quienes pudiere interesar vivamente la revelación malsana de cualquier secreto. 

Planteado este escenario, sólo resta esperar a que su incauto amigo comparta alguna intimidad con usted. Imaginemos un ejemplo. Usted está en poder de un secreto de alta criticidad y decide divulgarlo entre los terceros involucrados, con consecuencias imprevisibles. Es que su amigo le ha confiado que está harto de su esposa (la del amigo, no la suya de usted), que medita la posibilidad de abandonarla y que, además, está manteniendo encuentros furtivos con una joven compañera de oficina. Usted toma nota y promete mantenerse en silencio. Inmediatamente después de esto, usted se dará a la tarea de comunicar toda la información recibida a los siguientes sujetos:

  • La esposa de su amigo, persona de carácter posesivo e histérico.
  • Los hermanos menores de la mujer, propietarios respectivamente de ciento ocho y ciento seis quilos, noveno dan de karate shotokan este y veterano de Tormenta del Desierto aquel.  
  • Las amigas de la mujer, personas de fuerte sentido solidario y poseedoras de un carácter violento y vengativo.

Cumplido este punto, a usted solo le resta esperar el día siguiente a la hora en que su amigo sale de la oficina. Entonces podrá atestiguar el linchamiento de este pobre diablo confiado por parte de los enfurecidos comunicandos de su secreto, espectáculo que usted contemplará oculto detrás de una columna, riendo a mandíbula batiente (…)”






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